Jornadas

El principio de la jornada es un poco tedioso, pues los ojos unos días pesan y otros se abren en automático debido al insomnio de la noche anterior.

Al cabo de unos minutos sólo trato de levantarme temprano, bañarme y asearme rápido para ganar tiempo y así poder fumar mi almuerzo de metanfetamina: 

Busco los materiales en su escondite, tomo una cierta cantidad, la derrito y la fumo...el primer sorbo siempre me sabe a rayos, al termino de unas tres no sabe a nada, me aseguro una y otra vez de haber puesto bien el seguro de la puerta, pues tengo que cuidar que una de mis amigas no se entere pues mi otra amiga y yo somos las "yonkis" de la casa. Alerta al escuchar mi nombre o escuchar el llamado de la puerta, me apresuro a guardar todo, me entretengo en cosas y por fin salgo al carro a que me den el "ray" a la escuela. Llego bien despiertita, tomo el café que me llevo de casa y enciendo otro marlboro rojo.

Al salir de clase me dirijo rápidamente a casa, mi casa propia, "la drogoteca" pues ya me he puesto de acuerdo con mi amiga de vernos ahí para otra pequeña dosis de pipa energética. Aveces el estado paranoico no se hace esperar y nos asomamos a cada rato por la ventana de la puerta.

Cuando se acerca la hora de irse a trabajar guardamos todo de nuevo y yo me voy a dar mi clase, y es que muy a menudo me encuentro sin ganas de ir al trabajo y tras esas fumadas consigo entrar en un estado de reanimación.

Llego a casa y a leer o lo que tenga que hacer, y el insomnio no me deja apagar los ojos. 

No sé quién se encarga de empujarme los músculos en las noches, esos espasmos raros que aveces me sacuden una extremidad del cuerpo. 

La sensación de un estómago que se va contrayendo, las flemas en mi garganta, la voz ronca, recuerdos de media noche...etc. 

Me estoy dejando morir. me ocupo demasiado en hacerme daño, no quiero salir con nadie, encuentro la gente demasiado aburrida. Y es que de porsi no soy muy sociable, la gente a menudo me enfada, sólo me atrae la que es especial y por desgracia es muy poca. 

Prefiero vivir encerrada en mi mundo. 

 Dónde he quedado? o dónde está la gente verdadera?  Lo único que me sigue es este estado chocante de depresión o lo que sea que tenga...

 Aveces no creo que no vale nada de lo que hago, me refiero a la escuela y mi trabajo. 

Danza en tercera dimensión.

Bailar drogada es:
Sentir lo que siento cuando bailo emocionada pero aumentada a la décima potencia.
Me gusta esa sensación de bienestar, euforia, energía, pensar en devorar el escenario, dejarlo todo ahí, conseguir enérgicos aplausos, demostrar qué es lo que trata de salir de mi, (a mi falta de palabras porque realmente hablo menos de lo que pienso) ese intento por tratar de legitimizarme en la duela, el palco o en cualquier lugar cuando llega el momento de interpretar la música con el cuerpo, de interpretar el personaje escondido en mi.
Es como si algo te poseyera el cuerpo y tienes otra actitud, por un par de minutos eres otra persona, o tal ves dejas salir tu "Yo íntimo" ese ente tan encantador que hasta te enamoras de él.
Pero no ciegamente, sino que cada vez le exiges más cada que lo sacas al mundo real. Ese ente que se ha formado con coraje y experiencias...

 Bailar es como crear tu propio universo, viajar a otra dimensión desgraciadamente temporal. Es ver el mundo con otros ojos.
    Y las sensaciones indescriptibles sensoriales son solo parte de tu entrega total en ese momento tan especial.
     Sudas, el corazón se agita, estás realmente excitada, algo quiere salir decssperadamente de tus poros, todos tus movimientos te caracterizan y te proyectan simbólicamente.
 Es como tomar una droga...sólo puedo decir que bailar drogada es todo eso pero elevado totalmente....(y sin cansancio)
 Dicho de otra manera: Es como quien usa lentes 3D en una película. Es entonces la droga los 3D del sentido del tacto y de lo sensorial. Algo así como bailar en 3D!